sábado, 13 de mayo de 2006
No puede negarse que el spam es una lacra. Los que tenemos la misma dirección de correo desde hace algunos años sufrimos diariamente la recepción de decenas de mensajes publicitarios que nos hace perder tiempo y espacio de almacenamiento para nada.
Está claro, nuestras direcciones de e-mail forman parte de enormes listas que son compartidas (o vendidas) entre los spammers, y difícilmente podemos salir de ellas. O mejor dicho, es imposible salir de ellas.
Desde luego, de nada vale devolverles el mensaje escribiéndoles inocentemente "Porfa, no me envíes más correos". Peor aún, de esta forma estamos confirmándoles que la dirección que tienen es buena, y podrán ponerle una marca como indicando "dirección pata negra". Y eso suponiendo que el mensaje les llegara, puesto que normalmente los envían desde direcciones inexistentes, debido a la falta de seguridad inherente al protocolo SMTP.
Hay sistemas, a veces implementados en los clientes de correo y otras en los servidores, que son capaces de analizar los mensajes entrantes y, a base de reglas, listas negras y reconocimiento de palabras o patrones, pueden apartar (o marcar) mensajes que consideran spam, de forma que molesten algo menos. Otro día, si me acuerdo, comentaré distintas técnicas que he visto que usan los spammers para evitar ser detectados.
Aparte de utilizar estas herramientas, he encontrado algo que, aunque no ayuda a evitarlo, por lo menos puede contribuir a que no siga creciendo.
Se trata de servicios gratuitos de buzones temporales, como el disponible en esta dirección. Se trata de buzones que se generan de forma automática al recibir un mensaje y que es posible consultar desde la propia web sin necesidad de clave ni nada parecido. Por ejemplo, en el caso del servicio Mailinator, puedo asumir que dispongo de un buzón llamado loqueyoquiera@mailinator.com y consultar si tiene mensajes en cualquier momento. Por ejemplo, si pulsas aquí, tú mismo podrás ver si ese buzón ha recibido algún e-mail.
Obviamente, no es conveniente utilizarlo para recibir secretos de estado, pues cualquiera puede verlos. Sin embargo, lo he visto muy útil para registrarse en páginas web y probar servicios on-line a los que hay que suministrar una dirección de correo (por ejemplo para recibir las claves).
Está claro, nuestras direcciones de e-mail forman parte de enormes listas que son compartidas (o vendidas) entre los spammers, y difícilmente podemos salir de ellas. O mejor dicho, es imposible salir de ellas.
Desde luego, de nada vale devolverles el mensaje escribiéndoles inocentemente "Porfa, no me envíes más correos". Peor aún, de esta forma estamos confirmándoles que la dirección que tienen es buena, y podrán ponerle una marca como indicando "dirección pata negra". Y eso suponiendo que el mensaje les llegara, puesto que normalmente los envían desde direcciones inexistentes, debido a la falta de seguridad inherente al protocolo SMTP.
Hay sistemas, a veces implementados en los clientes de correo y otras en los servidores, que son capaces de analizar los mensajes entrantes y, a base de reglas, listas negras y reconocimiento de palabras o patrones, pueden apartar (o marcar) mensajes que consideran spam, de forma que molesten algo menos. Otro día, si me acuerdo, comentaré distintas técnicas que he visto que usan los spammers para evitar ser detectados.
Aparte de utilizar estas herramientas, he encontrado algo que, aunque no ayuda a evitarlo, por lo menos puede contribuir a que no siga creciendo.
Se trata de servicios gratuitos de buzones temporales, como el disponible en esta dirección. Se trata de buzones que se generan de forma automática al recibir un mensaje y que es posible consultar desde la propia web sin necesidad de clave ni nada parecido. Por ejemplo, en el caso del servicio Mailinator, puedo asumir que dispongo de un buzón llamado loqueyoquiera@mailinator.com y consultar si tiene mensajes en cualquier momento. Por ejemplo, si pulsas aquí, tú mismo podrás ver si ese buzón ha recibido algún e-mail.
Obviamente, no es conveniente utilizarlo para recibir secretos de estado, pues cualquiera puede verlos. Sin embargo, lo he visto muy útil para registrarse en páginas web y probar servicios on-line a los que hay que suministrar una dirección de correo (por ejemplo para recibir las claves).
1 comentario:
no sabia que existia esto.
gracias.
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