martes, 26 de mayo de 2015
Decía Larry Wall, creador de Perl, que una de las cualidades más destacables de un desarrollador es su orgullo desmedido. En su justa medida es una virtud interesante, pues permite asumir retos, enfrentarse a problemas complejos y crear software increíble, pero llevada al extremo puede ser peligrosa si se deja campar a sus anchas en un equipo de trabajo o proyecto.
Y ya se dieron cuenta de esto los padres de la informática, aquellos pioneros que hace cincuenta años andaban sentando las bases sobre las que se sustentan las tecnologías, herramientas y lenguajes que utilizamos hoy.
La programación sin ego, o egoless programming, es una forma de programar basada en el aprendizaje continuo y colaboración entre personas, dejando de lado los aspectos puramente personales y comportamientos ególatras que podemos tener algunas veces. La idea fue acuñada por Jerry Weinberg en su libro The Psychology of Computer Programming, publicado publicado en 1971.
En este libro aparecieron por primera vez los Diez Mandamientos del Egoless Programming, que creo que deberían ser unas normas de lectura y aplicación obligatoria en nuestra profesión.
La cuestión es encontrarlos pronto, antes de que lleguen a producción. Afortunadamente, salvo para los pocos que desarrollan software de guiado de misiles, los fallos tienen raramente consecuencias fatales en nuestra industria, así que podemos, y deberíamos, aprender, reírnos, y seguir adelante.
2. Tú no eres tu código.
Recuerda que el objetivo de una revisión es encontrar problemas, y se encontrarán problemas. No te lo tomes personalmente cuando un error tuyo se descubra.
3. No importa cuánto “karate” sepas, siempre alguien sabrá más.
Esa persona puede enseñarte algunos movimientos nuevos si se lo pides. Busca y acepta información de otros, especialmente cuando piensas que no es necesario.
4. No reescribas código sin consultarlo antes.
Hay una fina línea de separación entre “corregir código” y “reescribir código”. Conoce la diferencia y realiza los cambios en el marco de una revisión de código, y no actuando como un justiciero solitario.
5. Trata a los que saben menos que tú con respeto, educación y paciencia.
La gente no técnica que trata con desarrolladores de forma frecuente casi siempre tienen la opinión de que en el mejor de los casos somos divas, y en el peor, llorones. No refuerces este estereotipo con ira e impaciencia.
6. La única constante en el mundo es el cambio.
Permanece abierto a ello y acéptalo con una sonrisa. Mira cada cambio a tus requisitos, plataforma o herramientas como un reto, no como un inconveniente contra el que hay que luchar.
7. La única autoridad real deriva del conocimiento, no de la posición.
El conocimiento genera autoridad, y la autoridad engendra respeto. Así que si quieres ser respetado en un entorno egoless, cultiva el conocimiento.
8. Lucha por lo que crees, pero acepta la derrota con deportividad.
Entiende que a veces tus ideas serán ignoradas. Incluso si resulta que estabas en lo cierto, no seas vengativo o digas “te lo dije” más de un par de veces, ni hagas de tu difunta idea una mártir o un grito de guerra.
9. No seas “ese tío de la habitación”.
No seas ese tío programando en una oficina oscura que emerge sólo para comprar coca-cola. Ese tío está fuera de la vista, del tacto, fuera de control y no tiene cabida en un entorno abierto y colaborativo.
10. Critica el código y no a la gente.
Sé amable con el desarrollador pero no con el código. Haz comentarios relacionados con los estándares locales, especificaciones de la aplicación, incrementos de rendimiento, etc.
Publicado en Variable not found.
Y ya se dieron cuenta de esto los padres de la informática, aquellos pioneros que hace cincuenta años andaban sentando las bases sobre las que se sustentan las tecnologías, herramientas y lenguajes que utilizamos hoy.
La programación sin ego, o egoless programming, es una forma de programar basada en el aprendizaje continuo y colaboración entre personas, dejando de lado los aspectos puramente personales y comportamientos ególatras que podemos tener algunas veces. La idea fue acuñada por Jerry Weinberg en su libro The Psychology of Computer Programming, publicado publicado en 1971.
En este libro aparecieron por primera vez los Diez Mandamientos del Egoless Programming, que creo que deberían ser unas normas de lectura y aplicación obligatoria en nuestra profesión.
Los Diez Mandamientos del egoless programming
1. Entiende y acepta que cometerás errores.La cuestión es encontrarlos pronto, antes de que lleguen a producción. Afortunadamente, salvo para los pocos que desarrollan software de guiado de misiles, los fallos tienen raramente consecuencias fatales en nuestra industria, así que podemos, y deberíamos, aprender, reírnos, y seguir adelante.
2. Tú no eres tu código.
Recuerda que el objetivo de una revisión es encontrar problemas, y se encontrarán problemas. No te lo tomes personalmente cuando un error tuyo se descubra.
3. No importa cuánto “karate” sepas, siempre alguien sabrá más.
Esa persona puede enseñarte algunos movimientos nuevos si se lo pides. Busca y acepta información de otros, especialmente cuando piensas que no es necesario.
4. No reescribas código sin consultarlo antes.
Hay una fina línea de separación entre “corregir código” y “reescribir código”. Conoce la diferencia y realiza los cambios en el marco de una revisión de código, y no actuando como un justiciero solitario.
5. Trata a los que saben menos que tú con respeto, educación y paciencia.
La gente no técnica que trata con desarrolladores de forma frecuente casi siempre tienen la opinión de que en el mejor de los casos somos divas, y en el peor, llorones. No refuerces este estereotipo con ira e impaciencia.
6. La única constante en el mundo es el cambio.
Permanece abierto a ello y acéptalo con una sonrisa. Mira cada cambio a tus requisitos, plataforma o herramientas como un reto, no como un inconveniente contra el que hay que luchar.
7. La única autoridad real deriva del conocimiento, no de la posición.
El conocimiento genera autoridad, y la autoridad engendra respeto. Así que si quieres ser respetado en un entorno egoless, cultiva el conocimiento.
8. Lucha por lo que crees, pero acepta la derrota con deportividad.
Entiende que a veces tus ideas serán ignoradas. Incluso si resulta que estabas en lo cierto, no seas vengativo o digas “te lo dije” más de un par de veces, ni hagas de tu difunta idea una mártir o un grito de guerra.
9. No seas “ese tío de la habitación”.
No seas ese tío programando en una oficina oscura que emerge sólo para comprar coca-cola. Ese tío está fuera de la vista, del tacto, fuera de control y no tiene cabida en un entorno abierto y colaborativo.
10. Critica el código y no a la gente.
Sé amable con el desarrollador pero no con el código. Haz comentarios relacionados con los estándares locales, especificaciones de la aplicación, incrementos de rendimiento, etc.
Publicado en Variable not found.
3 Comentarios:
Me cuesta el punto cuatro, creo que no por motivos de ego, pero sí por tener que ir al marco de una revisión de código... creo que se pega un poco con la regla del boy scout, ¿no?
Hola, Miguel!
Bueno, algo de ego puede haber en el "bah, eso lo arreglo yo en un momento". Seguro que todos hemos metido la pata así alguna vez que otra ;D
Es cierto que puede chocar un poco con la regla del boy scout, pero supongo que hay medidas para todo.
Muchas gracias por comentar!
No,no! Haz caso al punto cuatro! Y más si te cuesta, eso es por que no ves el peligro. Hay códigos muy sutiles y dificiles de entender.
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