martes, 19 de diciembre de 2006
La proliferación de herramientas de procesado e interpretación de textos en los mensajes de correo hizo pensar a los spammers que quizás no estaban usando el medio adecuado. Ciertamente, ¿para qué utilizar palabras cuando pueden utilizar imágenes, que ya sabemos que valen mil veces más, a la vez que evitamos (al menos temporalmente) los sistemas de detección de spam basados en análisis de contenidos textuales?
Esto, unido a la posibilidad de incluir mensajes publicitarios mucho más espectaculares que llamaran la atención a potenciales clientes de los servicios o productos ofertados, hizo que pronto comenzaran a proliferar los mensajes con imágenes, que enviaban o bien incrustadas en el contenido del mensaje (cortesía del estándar MIME) o bien a través de un mensaje HTML en el que se introducía una imagen externa (con el tag IMG).
En cualquier caso, hace tiempo que las imágenes forman parte del fenómeno spam. Próximos posts irán dedicados a analizar distintas técnicas aplicadas para hacer más efectivos y menos detectables por herramientas automáticas los mensajes no deseados.
Esto, unido a la posibilidad de incluir mensajes publicitarios mucho más espectaculares que llamaran la atención a potenciales clientes de los servicios o productos ofertados, hizo que pronto comenzaran a proliferar los mensajes con imágenes, que enviaban o bien incrustadas en el contenido del mensaje (cortesía del estándar MIME) o bien a través de un mensaje HTML en el que se introducía una imagen externa (con el tag IMG).
En cualquier caso, hace tiempo que las imágenes forman parte del fenómeno spam. Próximos posts irán dedicados a analizar distintas técnicas aplicadas para hacer más efectivos y menos detectables por herramientas automáticas los mensajes no deseados.
1 comentario:
poipoi
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