lunes, 8 de mayo de 2006
No se puede decir otra cosa... ¡ya era hora! Hace tiempo que observo desde mi atalaya cómo la forma de difusión de información a través de Internet ha ido evolucionando hasta llegar a este fenómeno que llamamos blog.
Y no puedo negar que siempre he sentido cierta envidia (sana, entiéndase) de aquellos que han tenido talento y tiempo suficiente para subirse al tren conforme éste iba comenzando a partir de la estación.
En cualquier caso, aunque ya en marcha, he decidido subirme al tren, y espero que el viaje sea largo. Pretendo firmemente, y suelo ser bastante tenaz en mis propósitos, que este diario recoja todo aquello que me llame la atención y mis reflexiones relativas a la tecnología en general, y al mundo del desarrollo de software en particular.
Nos vemos por aquí.
Y no puedo negar que siempre he sentido cierta envidia (sana, entiéndase) de aquellos que han tenido talento y tiempo suficiente para subirse al tren conforme éste iba comenzando a partir de la estación.
En cualquier caso, aunque ya en marcha, he decidido subirme al tren, y espero que el viaje sea largo. Pretendo firmemente, y suelo ser bastante tenaz en mis propósitos, que este diario recoja todo aquello que me llame la atención y mis reflexiones relativas a la tecnología en general, y al mundo del desarrollo de software en particular.
Nos vemos por aquí.
Publicado por José M. Aguilar a las 7:55 p. m.
Hay
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Etiquetas: blogging, comentarios