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Artículos, tutoriales, trucos, curiosidades, reflexiones y links sobre programación web ASP.NET Core, MVC, Blazor, SignalR, Entity Framework, C#, Azure, Javascript... y lo que venga ;)

18 años online

el blog de José M. Aguilar

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¡Microsoft MVP!
miércoles, 1 de agosto de 2007
¡Por fin llegaron! Salvo un par de maletas pendientes de repasar, todo está listo para comenzar nuestra gira veraniega.

Variable not found, por tanto, quedará a su libre albedrío hasta primeros de Septiembre, momento en el que volveré con más energía que nunca, muy motivado por la evolución del blog y sobre todo por este mes de Julio que ha terminado con una actividad y unas estadísticas de visitas que no habría podido imaginar hace unos meses (debido principalmente al efecto Menéame, todo sea dicho).

Playas de El PortilEn cuanto a las vacas, aunque es posible que hagamos ciertos reajustes en la planificación (hasta en vacaciones hay de eso), tenemos previsto pasar unos cuantos días en El Portil, una pequeña localidad costera a caballo entre Cartaya y Punta Umbría, ambos en provincia de Huelva. Esto será a partir de hoy mismo, hasta finales de la semana que viene.

Después pasaremos unos días también en Sanlúcar de Barrameda, un pueblo de la costa de Cádiz que no tengo la fortuna de conocer, pero según cuentan es una maravilla.

Por último, también pretendemos ir de viaje familiar unos días. No sabemos cuándo. No sabemos a dónde. No sabemos cómo. Digamos que esta es la parte más emocionante del plan vacacional. ;-D.

Nos vemos por aquí a la vuelta.
lunes, 30 de julio de 2007
El pasado miércoles 25 en el blog oficial de Google Analytics publicaban "Notice of Brief Processing Delay", un post donde comentaban que durante el día habría algunos retrasos. No sé si tendrá que ver con esto o con el jolgorio prevacacional, pero me encuentro en mi blog un total de cero visitantes desde hace un par de días... ¡como en los viejos tiempos! :-D

Y aunque sé que es consuelo de tontos, alegra saber que le ocurre a más gente:

En fin, espero al menos que no borren los datos...


Actualización, martes 31 de Julio: ya hay noticias oficiales por parte de Google sobre este retraso:
domingo, 29 de julio de 2007
Hoy seguimos con la serie inspirada por Phil Haack en su post "19 Eponymous Laws Of Software Development" donde estoy recogiendo leyes que se aplican en el mundo del desarrollo del software y muchos otros ámbitos. La particularidad de estas leyes y principios es que han hecho famosos a sus autores, pues tienen el mismo nombre que ellos.

Ley de Conway

Cualquier software refleja la estructura organizacional de quien lo produjo
A pesar de que suena a guasa, la ley de Melvin Conway no puede ser más cierta. Una empresa con tres grupos de desarrollo tenderá a generar software distribuido en tres subsistemas, reflejo fiel de las relaciones entre los grupos participantes. Y por cierto, ¿habéis pensado alguna vez que el software que se hace en vuestra empresa es un desastre? ¿creéis que con esta ley podríais obtener alguna conclusión? ;-D

Principio de Kerchkhoff

En términos de criptografía, un sistema debería ser seguro incluso si todo sobre el mismo se conoce públicamente, salvo una pequeña porción de información
Es increíble que Auguste Kerckhoffs critógrafo alemán, enunciara en el siglo XIX este principio, base de todos los sistemas de criptografía de clave pública actuales.

Ley de Linus

Dados suficientes ojos, todos los errores son obvios
Pues sí, Linus Torvalds, uno de los más famosos artífices de Linux tal y como es conocido hoy en día, no sólo desarrollaba software, también emitía este tipo de aseveraciones. Aunque la frase fue cosa de Linus, fue Eric S. Raymond, un hacker a la antigua usanza, el que la popularizó y le dio el nombre de su creador.

Ley de Reed

La utilidad de grandes redes, y en particular las sociales, crecen exponencialmente con el tamaño de la red
David P. Reed, científico americano, enunció esto que parece obvio en los tiempos actuales dado el tamaño y utilización de este tipo de redes. En esta entrada de la wikipedia podéis encontrar una introducción del soporte teórico en el que se basa.

Ley de Moore

La potencia de los ordenadores se duplica cada dos años, reduciendo además su coste
Repetida hasta la saciedad en revistas de cacharreo, y constatada desde hace décadas, fue promulgada por Gordon Earl Moore quien, por cierto, es co-fundador de Intel, fijaos si lo tenía claro el muchacho, en 1965 (!). No sé si entonces utilizó la bola de cristal o es simplemente un genio, pero desde luego su ley es una referencia de la medida del avance en los ordenadores y demás dispositivos basados en tecnología similar, y un objetivo mínimo a cumplir.

Ley de Wirth

El software se ralentiza más deprisa de lo que se acelera el hardware
Brillante la frase de Niklaus Wirth, que allá por el año 1995, aún sin conocer Windows Vista, observó su entorno y predijo la situación actual: cada vez el software es más lento y pesado, a pesar de que según la Ley de Moore tendría que ser al contrario. Este señor, una eminencia, es conocido sobre todo por haber dirigido la creación de los lenguajes Pascal, Modula y algunos otros menos difundidos.

Ley de Zawinski

Todo programa intenta expandirse hasta que pueda leer emails. Aquél que no pueda ser expandido hasta ese punto, será sustituido por otro que sí tenga esa capacidad
Lo que más me ha llamado la atención de Jamie Zawinski aparte de su metafórica ley, es su página web personal. No os la perdáis, pues es bastante indicativa del tipo de individuo de que se trata, todo un friki. También es curioso que es propietario de un club nocturno en San Francisco, este sí que sabe.

Enlaces relacionados: leyes epónimas relacionadas con el desarrollo de software (I)
lunes, 23 de julio de 2007
El siempre sorprendente Phil Haack nos regaló hace unos días un post sobre leyes relacionadas con el desarrollo de software en su post "19 Eponymous Laws Of Software Development". Del artículo me llamaron la atención dos cosas: primero, ¿qué diantres es un epónimo? y segundo, las leyes objeto del post; algunas eran muy conocidas, otras menos, pero en cualquier caso, son perlas dignas de tener en cuenta.

Un epónimo es el nombre de una persona o lugar que cede su nombre a una época, pueblo, unidad, ley, etc. Son epónimos por ejemplo "Diesel", cedido por Rudolf Diesel, inventor de este tipo de motores, o "Hamburguesa", infame trozo de carne picada cuyo nombre le fue cedido por su lugar de origen. Para los curiosos, en esta dirección encontraréis muchos más epónimos.

Solventada esta primera duda, pasamos a ver las leyes epónimas a las que Phil hace referencia. De las diecinueve originales he seleccionado las que me han resultado más interesantes y cercanas, añadiendo algo de información sobre sus autores, orígenes o curiosidades sobre las mismas. Me tendréis que perdonar por esto, pero voy a partir el post en dos entregas para no hacerlo demasiado largo.

Ley de Postel

Sé conservador en lo que hagas y liberal en lo que aceptes de los demás
Esta frase, de Jonathan Bruce Postel, también llamada Principio de Robustez, es la piedra filosofal del protocolo TCP, y está recogida en la RFC 793, sección 2.10, de septiembre de 1981.

Ley de Parkinson

El trabajo se extiende siempre hasta rellenar la totalidad del tiempo disponible para completarlo
Esta ley fue postulada inicialmente en 1955 por C. Northcote Parkinson en The Economist y más tarde entró a formar parte de su libro, basado principalmente en las experiencias de la administración británica.

Principio de Pareto

Para muchos fenómenos, el 80% de las consecuencias derivan del 20% de las causas
Wilfredo Pareto fue un estudioso de la economía y sociología del siglo XIX, y se fijó que el 80% de las propiedades y riqueza estaban repartidas entre el 20% de la población, enunciando su famoso principio. A partir de ahí, se piensa que esta proporción es cierta en múltiples ocasiones, hasta en el número de bugs en el código fuente de un software, o el tiempo de desarrollo de funcionalidades.

Revelación de Sturgeon

El noventa por ciento de cualquier cosa es una porquería
Theodore Sturgeon era un autor de ciencia ficción americano que escribió esta frase defendiendo a este tipo de literatura de críticos que opinaban que el 90% era basura. Hay un corolario que dice "La revelación de Sturgeon es cierta salvo para la porquería, donde el 100% es porquería".

El principio de Peter

En una jerarquía, todo individuo tiende a subir hasta alcanzar su nivel de incompetencia
Seguro que todos conocéis ejemplos de ello: un fabuloso desarrollador es ascendido a directivo en una empresa, la cual gana un gestor pésimo y pierde un programador excelente. Doble penalización. Lawrence J. Peter, pedagogo de profesión, ya lo enunció en 1968 en el libro El principio de Peter.

Ley de Hofstadter

La realización de un trabajo siempre dura más de lo esperado, incluso habiéndose tenido en cuenta la Ley de Hofstadter
Esta genial y recursiva Ley creada por el científico, filósofo y académico estadounidense Douglas Hofstadter es absolutamente cierta. Y si no, pensad un poco, ¿cuántas veces habéis estimado un desarrollo, lo habéis incrementado de forma considerable por los imprevistos y aún así os habéis quedado cortos?

Ley de Murphy

Si algo puede ir mal, lo hará
La famosa ley, también enunciada en forma de tostada que recurrentemente cae con la mantequilla hacia abajo, fue dictada por Edward A. Murphy, Jr., mientras trabajaba para la fuerza aérea americana como ingeniero, diseñando un sistema de cohetes experimental. Sería lógico pensar que el experimento acabó en tragedia, pero parece ser que la creación y consideración de esta ley les ayudó a evitar graves desastres en sus pruebas.

Ley de Brook

Incluir trabajadores a un proyecto retrasado hará que vaya aún más lento
Fred Brooks postuló esta ley en su famoso libro The Mythical Man-Month: Essays on Software Engineering como resultado de su experiencia en IBM. Existen variantes y corolarios como "Una señora es capaz de tener un hijo en nueve meses, pero este plazo no puede disminuir por muchas mujeres embarazadas que pongamos a ello". Simplemente genial.

Bueno, ya vale por hoy, pero amenazo con prometo seguir pronto.
jueves, 19 de julio de 2007
Hace tiempo ya, oí hablar sobre el libro The Mytical Man-Month, de Frederick P. Brooks, donde se asegura que los mejores programadores rinden hasta 10 veces más que los que se encuentran en el lado opuesto, los peores. Otras fuentes, como "Facts and Fallacies of Software Engineering" llegan a indicar que la diferencia puede ser incluso de 28 a 1.

Sin duda, la productividad en el desarrollo es algo más que tirar muchas líneas de código por día; ya lo comenta Charles Connell en su artículo It's not about lines of code, donde explica por qué la productividad no puede ser medida en esos términos, de hecho, ¿muchas líneas de código implican un trabajo bien hecho? ¿y si se trata de un nido de bugs?

Así, a lo largo de su artículo, Charles va definiendo y añadiendo características que debería presentar el código creado hasta llegar a una posible unidad de medida de la productividad, líneas de código limpio, simple, correcto y bien documentado por día, para finalmente llegar a la conclusión de que tampoco es del todo apropiado: ¿qué ocurre si un buen desarrollador es capaz de crear una función en 100 líneas de código perfecto y salir de la oficina a la hora habitual, mientras que otros realizan el mismo buen trabajo en 2000 líneas de código trabajando hasta altas horas de la madrugada? ¿quién es más productivo?

La conclusión de Charles es que la productividad de un desarrollador es justamente su habilidad para resolver problemas de forma rápida. La ingeniería del software trata precisamente de eso, de aportar soluciones a los usuarios que usarán el sistema desarrollado, todo lo demás sobra. Sin embargo, como él mismo indica, es realmente difícil medir estas capacidades utilizando indicadores habituales como número de líneas de código, bugs provocados o tiempo de trabajo en la oficina.

Partiendo de esto, en "10 Developers For The Price Of One", Phil Haack, cuyo apellido seguro que lo predestinó a dedicarse a la informática, escribe sobre este tema centrando la medida de la productividad de los desarrolladores en torno al concepto TCO (Total Cost of Ownership), o Coste Total de Propiedad (CTO), e introduce algunas características propias de los buenos desarrolladores que hace que este factor sea óptimo.

La primera de ellas es la asunción de un proyecto como propio, la autosuficiencia en la resolución de problemas, tomar el control, resolver y asumir el avance del mismo como un objetivo personal. De esta forma se libera a los responsables de estar tan pendientes de estos aspectos y se recurre a ellos sólo cuando surgen problemas de entidad y con objeto de plantear una solución. Un desarrollador que escribe código rápido no es productivo, pues requiere de tiempo de los demás, y sobre todo, de aquellos que por sus responsabilidades disponen de menos tiempo.

La segunda hace referencia a la escritura de código con pocos errores. Un mal programador que escriba código muy rápidamente es un generador de bugs a una velocidad proporcional, lo que provocaría un mayor gasto de tiempo del equipo de testeo y control de calidad, así como del propio equipo de desarrollo en la corrección de los errores. Como comenta Phil, de nada vale ir rápido hacia la dirección equivocada.

En la tercera, se introduce el concepto de la creación de código mantenible. Y no sólo pensando en el mantenimiento futuro del software, sino durante el propio desarrollo inicial. Me ha gustado mucho su visión sobre esto, textualmente, Tan pronto como una línea de código sale de la pantalla y volvemos a ella, estamos en modo mantenimiento de la misma". Un código bien escrito, comprensible y limpio puede ahorrar mucho tiempo en el presente y futuro.

En cuarto lugar, comenta que los buenos desarrolladores hacen más con menos código, son capaces de identificar cuándo deben y cuándo no deben escribir software y utilizar componentes o elementos existentes. El reinvento de la rueda, no es beneficioso para nadie, y los buenos programadores suelen y deben esquivarlo.

Teniendo todos estos aspectos en cuenta, Phil retoma el concepto TCO indicando que todos estos factores son importantes a la hora de evaluar la productividad de un desarrollador en tanto en cuanto que influyen en el coste total de tener a un programador en la empresa, y no sólo fijándose en el coste directo que representa su nómina. Por ello asegura que intenta contratar, aunque no siempre lo consigue, al mejor desarrollador que encuentra en cada momento puesto que si es capaz de hacer más con menos código, escribir de forma inteligible, fácilmente mantenible y con menos errores, incrementará la productividad de sus compañeros, directivos y colegas. Por el contrario, un mal desarrollador puede disminuir la productividad de su entorno por los motivos anteriormente expuestos. Por este motivo puede justificarse la relación de 28 a 1 en la productividad entre unos y otros.

Estoy absolutamente de acuerdo con estas apreciaciones, un desarrollador no puede ser evaluado únicamente teniendo en cuenta aspectos cuantitativos como la cantidad de líneas de código que es capaz de generar: si lo que buscas es velocidad a la hora de teclear, contrata a un mecanógrafo, leche. Y aunque para cerrar un proyecto hace falta escribir líneas, tanto o más importante es la calidad con que esto se haga o tener capacidad para decidir cuándo hay que reutilizar en vez de escribir.

Quizás, por poner alguna pega, echo en falta un par de factores que a mi entender son fundamentales para aumentar la productividad en el desarrollo, y están relacionadas con la visión global introducida en el artículo citado anteriomente.

En primer lugar, la capacidad de comunicación bidireccional, es decir, ser tanto capaz de entender los mensajes de los usuarios, de analistas, comerciales o cualquier otro grupo de interés, como transmitir claramente mensajes, problemas o cuestiones siempre adaptándose a su interlocutor. Esta es, en mi opinión, una habilidad difícil de encontrar y que puede repercutir de forma muy negativa en la productividad global de un equipo de trabajo. ¿Quién no ha tenido que desechar código por culpa de un malentendido?

En segundo lugar, es fundamental la facilidad de integración en equipos de trabajo. Los desarrolladores trabajando en islas son difíciles de ver, la complejidad del software actual hace que en casi cualquier proyecto tengan que intervenir varias personas colaborando de forma muy estrecha. Además, en una máquina perfecta de producción de software la información y conocimientos fluyen con facilidad, lo cual influye en la productividad de cada uno de los componentes de la misma.

Curiosamente, ninguna de estas dos habilidades son técnicas... Sin duda esto de la productividad es un tema tan interesante como complejo, ¿eh?